Empresa Nacional del Café, S.A.

El Café - Historia del Café

Una de sus leyendas dice que un pastor de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi, observó que sus ovejas luego de consumir las hojas tiernas y unos pequeños frutos rojos de unos arbustos que se encontraban en las faldas de las montañas se ponían a brincar y muy alegres. Kaldi le contó lo que ocurría a unos monjes de un monasterio cercano al campo de pastoreo. El Prior del convento, intrigado al mirar el corretear de las ovejas, tomó hojas tiernas y frutos rojos de los arbustos y los puso a hervir en agua. Al probar el bebedizo, era amargo y repugnante, tiró los residuos al fogón de carbones encendidos y al rato cuando los granos empezaron a tostarse, sintió un olor muy agradable, tostó entonces granos desconchados de nuevos frutos maduros y los hizo hervir en agua y así se preparó la primera taza de café.

Parece que las tribus africanas, que sabían del café desde la antigüedad, molían sus granos y elaboraban una pasta utilizada para alimentar a los animales y aumentar las fuerzas de los guerreros. Su cultivo se extendió en primer lugar en la vecina Arabia, llevados probablemente por prisioneros de guerra, donde se popularizó aprovechando la prohibición del alcohol por el Islam. Yemen fue un centro de cultivos importante desde donde se propagó al resto del mundo árabe.

Se le llamó entonces qahwa, que significa vigorizante. Los datos arqueológicos disponibles hoy en día sugieren que el café no fue "domesticado" antes del siglo XV: el proceso de elaboración de la bebida, largo y complejo, explica quizás el descubrimiento tardío de las virtudes de las semillas del cafeto, poco atractivas inicialmente. Los recientes descubrimientos (1996) de un equipo arqueológico británico, aún por confirmar, dejan entrever la posibilidad de que el consumo comenzara a partir del siglo XII, en Arabia.

Se considera que fue el botánico alemán Léonard Rauwolf quien, por primera vez, describió el café en un libro publicado en 1583. El café resulta especialmente reprobado en la parte protestante, aunque no produciría reacciones tan ásperas como el tabaco. Ya en 1611 algunos terratenientes alemanes pusieron en marcha el sistema de prohibir su difusión. Estas medidas se mantienen durante al menos un siglo en el norte y este de Alemania hasta que Federico II de Rusia despenaliza su uso sometiéndolo a un fuerte impuesto. El malestar ante el café prosigue en el norte de Europa hasta bien entrado el siglo XIX.

En el sur y oeste de Europa se observa mayor tolerancia. En los años 1650, comenzó a ser muy importado y consumido en Inglaterra, y se comenzaron a abrir cafeterías en Oxford y Londres. La primera cafetería en Londres se abrió en 1652.

Las cafeterías se convirtieron en lugares donde nacieron las ideas liberales, debido a su frecuentación por parte de filósofos y letrados, y donde se distribuían panfletos. En 1676, esta agitación incitó al fiscal del Rey en Inglaterra a pedir el cierre de las cafeterías, citando crímenes de ofensa contra el rey Carlos II y el reino. Las reacciones fueron tales que el edicto de cierre debió revocarse. Los flujos de ideas alimentadas por el café modificaron profundamente el Reino Unido. Se contaban más de dos mil cafeterías en el año 1700. La famosa compañía de seguros Lloyd's fue en su origen una cafetería fundada en 1688.

En 1670 se abrió la primera cafetería en Berlín. En París, el café Procope fue el primero en abrir, en 1686, inventando una nueva forma de preparar el café: haciendo pasar agua caliente a través de un filtro con café molido.

La historia de las célebres cafeterías de Viena comenzó con la Batalla de Viena de 1683. A mediados del siglo XVIII todas las ciudades europeas tenían cafeterías, y, en 1734, Johann Sebastian Bach compuso su Cantata del Café. El café estuvo prohibido en Rusia, con penas de tortura y mutilación, cuando la policía zarista encontraba a alguien presa de una crisis nerviosa se lo atribuía al café.

El café cruzó el Atlántico en 1689 con la apertura del primer establecimiento en Boston. La bebida ganó popularidad y obtuvo el rango de bebida nacional después de que los rebeldes lanzaran al mar el té sobretasado por la corona Británica durante el motín del té en Boston. Esta operación clave se preparó en la cafetería Dragón verde.

El café alcanza su completa aceptabilidad social en el siglo XVIII. Pronto los grandes cultivos se desplazan a Ceilán, e Indonesia consolidándose posteriormente en América del Sur.

El café comenzó a cultivarse en las colonias inglesas, en particular en Ceilán, pero las plantaciones fueron devastadas por una enfermedad y finalmente sustituidas por plantaciones de té. En 1696, los holandeses lo hicieron cultivar en Indonesia y Java. En 1714, el capitán de infantería Gabriel Mathieu De Clieu ocultó un esqueje de una planta de café ofrecida por Holanda a Luis XIV y conservada en los invernaderos reales para establecerlo en las cuestas del Monte Pelée en Martinica y Santo Domingo. Cincuenta años más tarde, se cuentan 19 millones de plantas en Martinica.

La primera plantación en Brasil se estableció en 1727. Su industria dependía de la práctica de la esclavitud que se suprimió en 1888.

De Martinica llega el cafeto a Venezuela por Guayana en 1730, pero es solo hacia 1783 cuando se establece la primera plantación comercial hacia el este del valle de Caracas, en tierras que hoy forman las urbanizaciones La Floresta y La Castellana.

Las primeras semillas de café fueron llevadas a Colombia de las Antillas Francesas y los primeros cultivos en pequeña escala se registraron en los últimos tiempos coloniales, sobre todo en el departamento del Magdalena en 1785.

Cuando el café alcanzó las colonias estadounidenses, no tuvo inicialmente tanto éxito como había tenido en Europa, ya que los colonos lo veían como un pobre sustituto del alcohol. Sin embargo, durante la Guerra de la Independencia, la demanda de café aumentó hasta tal punto que los distribuidores tuvieron que agrupar las escasas existencias y subir precios drásticamente; parte de ello se debió a la disponibilidad reducida de té de los mercaderes británicos. El consumo de café entre los estadounidenses aumentó durante principios del siglo XIX, tras la Guerra de 1812, que había acabado con el acceso a las importaciones de té, y la gran demanda durante la Guerra de la Independencia, así como muchos adelantos en la tecnología para la elaboración de la bebida cementó la posición del café como un producto diario en Estados Unidos.

Las primeras plantaciones a mediana escala se registraron en 1808 en Cúcuta y en 1813 Ignacio Ordóñez de Lara fue el primero en contar con un cultivo de 7000 palos de café. En la región colombiana del Cundinamarca fue Tyreel Moore en 1867 quien estableció los primeros cultivos y Mariano Ospina Rodríguez en el departamento de Antioquia. En el llamado eje cafetero colombiano en el Departamento de Caldas los responsables fueron Eduardo Walker en jurisdicción de La Cabaña y Antonio Pinzón en el Aguila y para 1890 el café se constituye en base de la economía regional. En 1886 Simón López lo extendió a la ciudad de Pereira de donde partió la expansión del cultivo a zonas del Quindío y al Valle del Cauca.

Popularidad en occidente hasta nuestros días

Durante el siglo XVIII, la bebida se hace popular en Europa, y los colonos europeos introducen el cultivo del café en numerosos países tropicales, como un cultivo de exportación para satisfacer la demanda europea. En el siglo XIX, la demanda en Europa era a menudo superior a la oferta y estimuló el uso de distintos sustitutos con un sabor similar, como la raíz de achicoria. Las principales regiones productoras de café son América del Sur (en particular, Brasil y Colombia), Vietnam, Kenia y Costa de Marfil. Hawai tiene una pequeña producción de café de gran calidad y elevado precio, pero entre las numerosas variedades desarrolladas, el café más caro y famoso sigue siendo el Blue Mountain procedente de Jamaica. Durante varias décadas en los siglos XIX y XX Brasil fue el mayor productor y monopolista virtual en el comercio del café, hasta que una política de mantenimiento de altos precios generó oportunidades de negocio a otros productores, como Colombia, Guatemala  e Indonesia.